Las Artes de la Acción: Una Nueva Perspectiva en la Estética y el Arte
- Soporte Trazzo

- 22 mar
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Tradicionalmente, la teoría y la cultura del arte han centrado su atención en las artes de los objetos: pinturas, esculturas, literatura y música, entre otras. Estas formas artísticas se han definido por su capacidad de transmitir propiedades estéticas a través de un objeto tangible o una obra fija. Sin embargo, existe otro tipo de arte que ha sido históricamente ignorado: las artes de la acción. Este concepto, desarrollado por el filósofo C. Thi Nguyen, propone una nueva forma de entender el arte y la estética, enfocándose en las experiencias estéticas que surgen a través de nuestras propias acciones y procesos.
¿Qué son las artes de la acción?
Las artes de la acción son aquellas prácticas que están diseñadas para fomentar experiencias estéticas en las actividades de los participantes. En lugar de centrarse en un objeto externo que se contempla pasivamente, estas artes buscan involucrar al público en procesos dinámicos donde las propiedades estéticas surgen de sus movimientos, decisiones y deliberaciones. Ejemplos claros incluyen juegos, escalada en roca, danzas sociales como el tango, rituales culinarios y el diseño urbano.
Por ejemplo, en la escalada en roca, los escaladores experimentan una estética propia a través de sus movimientos precisos y deliberados. Cada ruta diseñada por un "setter" en un gimnasio de escalada genera patrones específicos de movimiento que pueden ser poderosos, delicados o fluidos. De manera similar, los juegos como el ajedrez ofrecen una forma de pensamiento estratégico que puede ser apreciada por su elegancia intelectual.
Artes de proceso vs. artes de objeto
Nguyen introduce una distinción fundamental entre dos categorías principales del arte: las artes de proceso y las artes de objeto.
Artes de objeto: En estas prácticas tradicionales (como pintura o literatura), el artista crea un objeto con propiedades estéticas inherentes. La audiencia aprecia esas propiedades al interactuar con el objeto.
Artes de proceso: Aquí, el artista (o diseñador) crea un artefacto que sirve como catalizador para que los participantes experimenten procesos estéticos a través de sus propias acciones. Las propiedades estéticas no están en el artefacto mismo, sino en las actividades del participante que son moldeadas por dicho artefacto.
Por ejemplo, mientras que un cuadro tiene propiedades estéticas intrínsecas que se observan directamente, un juego genera experiencias estéticas a través del proceso mental del jugador al resolver sus desafiantes rompecabezas.
Ejemplos representativos: Juegos, tango, cocina y ciudades
Nguyen explora diversas formas en las que las artes de proceso se manifiestan:
Juegos
Los juegos son quizás el ejemplo más claro de artes de proceso. Diseñadores como los creadores del videojuego Portal estructuran experiencias donde los jugadores enfrentan desafíos únicos que fomentan creatividad y habilidad. La estética del juego no reside únicamente en sus gráficos o narrativa (elementos típicos del arte tradicional), sino en la experiencia activa del jugador al superar obstáculos.
Tango social
El tango social es otro ejemplo fascinante. A diferencia del tango escénico orientado hacia un público externo, el tango social se enfoca en la conexión íntima entre los bailarines. La belleza emerge no tanto del espectáculo visual como del sentimiento interno de sincronización y sensibilidad compartida entre los participantes.
Cocina
La estética culinaria no solo está en el sabor final del plato, sino también en los procesos involucrados en su preparación y consumo. Por ejemplo, un desayuno turco ofrece una experiencia estética al permitir a los comensales construir cada bocado según sus preferencias personales. Este acto creativo es moldeado por detalles como el tamaño perfecto del queso o la disposición armoniosa de los ingredientes.
Diseño urbano
Las ciudades también pueden ser vistas como artes de proceso. El diseño urbano influye directamente en cómo las personas interactúan con su entorno: desde la exploración espontánea de calles laberínticas hasta decisiones sobre rutas para llegar a un destino. Ciudades bien diseñadas como Estambul ofrecen experiencias ricas y variadas que combinan navegación práctica con deleite estético.
¿Quién es el artista en las artes de proceso?
Un aspecto interesante planteado por Nguyen es la pregunta sobre quién es el verdadero "artista" en estas prácticas: ¿el diseñador del artefacto o el participante que realiza las acciones? Según Nguyen:
En algunos casos (como juegos), el diseñador tiene la visión estética principal y estructura cuidadosamente las condiciones para que surjan experiencias específicas.
En otros casos (como el tango social), los participantes son quienes generan directamente las cualidades estéticas a través de su creatividad y habilidades.
En ciertas prácticas híbridas (como los desayunos turcos), tanto el diseñador como el participante comparten responsabilidades artísticas.
El marco alrededor del proceso
Nguyen argumenta que las artes de proceso pueden ser estructuradas mediante marcos prescriptivos similares a los encontrados en las artes tradicionales. Estos marcos ayudan a estabilizar y compartir experiencias entre diferentes participantes. Por ejemplo, los juegos tienen reglas que guían cómo interactuar con ellos para generar experiencias consistentes.
Sin embargo, algunas formas más libres (como explorar una ciudad) pueden carecer de estos marcos rígidos, permitiendo una mayor libertad estética.
Reconociendo el valor de las artes de acción
Las artes de acción representan una categoría menos explorada pero valiosa dentro del mundo artístico. Al centrar nuestra atención en nuestras propias acciones y procesos, estas prácticas nos permiten experimentar formas únicas e íntimas de belleza y creatividad. Aunque históricamente han sido marginadas frente a las artes tradicionales centradas en objetos, Nguyen hace un llamado para reconocerlas como una parte esencial del panorama artístico moderno.
Ya sea resolviendo un rompecabezas desafiante en un videojuego o disfrutando la conexión íntima del tango social, las artes de acción nos invitan a reflexionar sobre cómo nuestras propias actividades pueden ser fuentes ricas e inagotables de valor estético.

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