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¿Qué realmente significa productividad (y por qué debería importarte)?




Seguro has escuchado frases como “nuestro país necesita aumentar su productividad” o “los salarios deben crecer en función de la productividad”. Suena importante, ¿no? Pero… ¿alguna vez te has preguntado qué están midiendo exactamente cuando hablan de “productividad”? Te adelanto algo: muchas veces no es lo que creemos.


📌 Primero: ¿qué es la productividad?


La idea básica: se trata de producir más con menos. Es decir, generar más bienes o servicios usando los mismos recursos (como tiempo, personas, maquinaria, dinero), o producir lo mismo utilizando menos de esos recursos.


Y esta lógica se puede aplicar a una empresa, a un sector económico, o incluso a todo un país.

🧮 ¿Cómo se mide esa famosa productividad?


Aquí es donde el asunto se complica un poco.

Existen dos tipos principales de indicadores:


  1. Productividad laboral

  2. Productividad total de los factores (también llamada multifactorial)


La primera, la productividad laboral, es la más común en noticias y debates públicos. Se calcula dividiendo el valor generado por una empresa (o por el país) entre el número de trabajadores, o a veces entre el total de horas trabajadas.


Es decir, cuánto aporta cada trabajador en promedio.


La segunda, la productividad multifactorial, intenta ser más completa: incluye no solo el trabajo, sino también otros factores como capital, energía, servicios, etc. Es más precisa, pero también mucho más difícil de calcular y entender, por eso casi no aparece en medios de comunicación.


🤔 ¿Por qué la productividad laboral puede ser engañosa?


Aquí es donde la mayoría se confunde (y donde suelen fallar muchos titulares).


Un ejemplo: en 2013, Luxemburgo aparecía como el país con mayor productividad laboral de Europa. Incluso por encima de Alemania. ¿Cómo puede ser?


La importancia está en que Luxemburgo tiene una economía dominada por servicios financieros y empresas extranjeras con sedes legales allí. Eso significa que pocos trabajadores generan mucho valor. Pero eso no quiere decir que trabajen “mejor” que los alemanes. Solo que el tipo de actividad económica es más rentable.


Otro ejemplo más cercano: imagina que una automotriz tiene una planta en México y otra en Alemania. Ambas producen la misma cantidad de autos, con la misma tecnología y trabajadores igual de capacitados. Pero si en México se pagan salarios más bajos, la productividad laboral (medida como valor por trabajador) va a ser menor. Aunque la eficiencia sea exactamente la misma.

En otras palabras: muchas veces, la productividad laboral mide ingresos por trabajador, no eficiencia.


⚠️ El problema de tomar ese dato como verdad absoluta


Cuando leemos que “el país es poco productivo”, puede parecer que las y los trabajadores son ineficientes o poco capacitados. Pero muchas veces el problema está en otro lado: sectores con baja rentabilidad, sueldos bajos, poca inversión, informalidad, etc.


En la práctica:


  • Países con sectores muy rentables (como finanzas o tecnología) se ven más “productivos”;

  • Subir salarios puede hacer que el índice baje si las ganancias no aumentan al mismo ritmo;

  • Incluso el empeoramiento de condiciones laborales puede hacer que el indicador suba, porque se produce más con menos personal.


Suena contradictorio, pero es así.


⚙️ ¿Y la productividad multifactorial, es mejor?


Sería lo ideal. Porque considera más cosas: no solo el trabajo, sino también capital, energía, servicios, materiales, etc. El problema es que requiere muchos datos, supuestos técnicos y cálculos complejos.

Además, los datos disponibles casi siempre vienen como tasas de crecimiento (porcentajes), no en valores absolutos. O sea, no sirven para comparar entre países o sectores directamente, sino solo para ver cómo evolucionan a lo largo del tiempo.


Resumiendo: es una medida más completa, pero poco accesible para la mayoría.


💡 Entonces… ¿cómo interpretar los datos de productividad?


  1. No te quedes solo con el número. Fijate qué están midiendo exactamente: ¿es por persona? ¿por hora? ¿con base en salarios, ingresos, ganancias?

  2. Compará con cuidado. Un país puede parecer más productivo solo porque tiene sectores que generan más valor económico, no necesariamente porque la gente trabaje mejor.

  3. Preguntá por las causas. Un cambio en la estructura económica, la distribución del ingreso o las condiciones laborales puede alterar mucho los datos.


🚀 ¿Por qué todo esto importa?


Porque esos datos influyen en decisiones: políticas públicas, reformas laborales, acuerdos salariales, inversiones, etc. Y si no entendemos qué están midiendo en realidad, podemos sacar conclusiones equivocadas.


La próxima vez que escuches que “tenemos que aumentar la productividad”, preguntate: ¿están hablando de eficiencia real o solo de cuánto ganan las empresas por cada trabajador?

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